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Tejiendo sueños, compartiendo voces, creciendo juntos. Experiencias en el #Bootcamp2024

Por: Jean Pierre Orozco Ruiz1

Fotos: Marta Calel y Daniela Bello

Definitivamente el bootcamp 2024 fue un espacio donde los corazones se encontraron para aprender y transformar realidades. Participar en este campamento presencial fue como abrir una ventana a un mundo lleno de ideas frescas y debates vibrantes. Su experiencia transformadora fue el corazón y alma del Programa de Formación para la Gestión de Redes TIC en Comunidades Indígenas y Rurales de América Latina, impulsado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones y una red de organizaciones vinculadas con la comunicación comunitaria e indígena como APC, Rhizomatica y REDES A.C. Este programa de formación, que incluye también una parte online muy importante donde nos formamos a lo largo de casi un año, brinda conocimientos técnicos para la instalación, operación y mantenimiento de proyectos de comunicación, y genera una red de personas que nos acompañamos para fortalecer los caminos hacia la autonomía tecnológica en nuestros territorios.

Durante 10 días que duró el campamento en Guatemala, vivimos intensamente desde el amanecer hasta el anochecer, en una maratón continua de actividades y reflexiones. ¡Una verdadera montaña rusa de emociones y aprendizajes!

Desde el primer momento en que llegué a Guatemala estaba listo para disfrutar, conectar y romper mis propios límites, todo por la anécdota. Y así fue, la vida nos sonrió al permitir que César de Puno, Perú, y yo, tuviéramos como nuestro primer contacto en el campamento a la increíble, brillante y enérgica Soraya Bayuelo de Colombia. Soraya, con su fortaleza y entusiasmo, nos hizo sentir como en casa desde el primer instante. Su participación en los diversos espacios del campamento fue simplemente inspiradora. No solo compartió conocimientos, sino que nos emocionó y desafió a la acción. Su energía era contagiosa, y cada conversación con ella se convertía en un impulso para seguir adelante con más fuerza y determinación.

Como apasionado realizador audiovisual, las historias compartidas por Soraya del Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea 21, eran como destellos de luz en mi camino creativo. Su participación me trajo a la memoria una reflexión que compartió Adrián López de REDES A.C. durante los cursos en línea del 2023: en los proyectos de comunicación comunitaria, a menudo nos centramos demasiado en la tecnología, olvidando que esta es solo una pieza del rompecabezas. Soraya demostró magistralmente que el verdadero punto de partida es el territorio, la vida, la identidad y los sueños de nuestras comunidades. No podemos entender a las personas sin entender su entorno; somos parte integral de nuestro territorio. Comprender el suelo que pisamos es fundamental, ya que sienta las bases para la creación de proyectos de comunicación comunitaria significativos y auténticos.

Durante el bootcamp, también nos sumergimos en círculos de reflexión sobre género y comunicación, un espacio de profunda intimidad donde interactuamos entre compas, formando un grupo de mujeres en su diversidad y hombres en su diversidad, con plena conciencia de la necesidad de abordar situaciones delicadas. (un proceso necesario e innovador donde surgieron grandes reflexiones). Como comunicadores comunitarios y sociales, estamos constantemente expuestos a diversos riesgos, sin embargo, tal como lo señaló Sergio de México, poco reflexionamos sobre cómo, a veces, sin quererlo, podemos poner en peligro a nuestros compañeros, ya sea con una broma o una expresión que refleje los micromachismos arraigados en nuestra cultura, que son en sí mismos, formas de microviolencia, como bien señaló Mafer de Ecuador. Los círculos de género en el bootcamp nos permitieron vislumbrar la urgente necesidad de transformar las narrativas violentas en torno al género, y entendimos que, solo nuestro compromiso con el cambio y la deconstrucción de esas prácticas puede llevarnos hacia una sociedad más equitativa.

Al ser un círculo conformado únicamente por hombres diversos, tuvimos la oportunidad de expresar nuestras vivencias y reconocer los privilegios que a menudo pasamos por alto que una experiencia reveladora, ¿verdad?). Esto me llevó a reflexionar sobre el concepto de Ubuntu – yo soy porque tú eres–, un liderazgo transformador que busca construir puentes desde la autenticidad y la empatía, y que experimentamos plenamente en los círculos de género. Comprendí que no se trata solo de un vaivén de ideas, sino de un esfuerzo consciente y comprometido por avanzar juntos hacia un futuro más justo y equitativo.

Entre lo más destacado de los espacios de diálogos significativos, sin lugar a dudas, fue el Foro Telecomunicaciones en Zonas Remotas y Pueblos Indígenas: Tendencias, Oportunidades y Perspectivas para Centroamérica. Fue un lujo escuchar al ex Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Opinión y Expresión, Frak La Rue, o conocer las experiencias de la magnífica Natalia Vinelli, como ex subdirectora de proyectos especiales del Ente Nacional de Comunicaciones de Argentina. Además, comprendimos el contexto histórico de las luchas de las radios comunitarias en Guatemala y la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2021, que declaró al Estado de Guatemala, responsable por violar la libertad de expresión y los derechos culturales de cuatro pueblos indígenas operadores de radios comunitarias; definitivamente una oportunidad para reafirmar que en un mundo cada vez más interconectado, el acceso a la comunicación se convierte en un derecho fundamental. Es crucial reconocer y proteger este derecho como un pilar de la democracia y el desarrollo humano.  

Fue inspirador ver cómo se abordaron temas tan relevantes y actuales sobre telecomunicaciones en zonas remotas y pueblos indígenas, ¡realmente nos dejó llenos de esperanza! Invito a todos a dirigirse al canal de Redes AC en YouTube para visualizar los paneles del evento (vale la pena cada segundo). Además de absorber tanto conocimiento, el evento nos dejó con un espíritu renovado y lleno de energía positiva. Y luego, llegó el momento de regresar al campamento en lo que denominé el “bus parrandero”. Fue una fiesta total, con todxs alegres y compartiendo movimientos en un desplazamiento reducido pero lleno de algarabía y sonrisas que reflejaban corazones alegres. Este momento fue tan especial que me encantó registrar, quería asegurarme de conservar la esencia de ese encuentro con corazones nobles y propósitos nobles! (pueden darse una vuelta por mi perfil en Instagram si desean ver el video).

Es imposible no destacar el proceso metodológico de Orlando y Mayra, colaboradores de Onergia Cooperativa, quienes impartieron el taller de principios básicos de electricidad y energía solar.  Esta experiencia no solo nos proporcionó habilidades técnicas, sino que también nos recordó la importancia de la energía como recurso fundamental en nuestras vidas y proyectos. Nos enseñó a apreciar la interconexión entre el conocimiento práctico y la acción política, reforzando nuestro compromiso con la sostenibilidad y el empoderamiento comunitario. 

Además de todo lo anterior, quiero destacar la experiencia única de ser parte de una fiesta radial, la cereza del pastel en este emocionante viaje. Nos sumergimos en un torbellino de actividades técnicas, artísticas, de producción, transmisión, conducción y edición de contenidos ¡una verdadera locura en la que todos nos lanzamos de cabeza! Este desafío lo asumimos con el equipo del taller de radiodifusión, liderado por la espectacular Loreley y el increíble Santiago, de Radios Libres

Definitivamente, mis momentos más tensos en el campamento seguramente fueron durante la producción de la fiesta radial, pero también fueron los más emocionantes y satisfactorios. Aprendimos tanto de Loreley y Santiago, quienes nos guiaron a través de cada paso necesario para llevar a cabo esta experiencia única. Desde la elección del nombre de nuestra radio Tz’ikin hasta las horas previas al evento y el desarrollo mismo de la transmisión, cada momento fue inolvidable y seguramente será parte de las anécdotas que compartiremos por mucho tiempo.

En esta ruta de conexiones trascendentales, mi experiencia en el bootcamp tomó un rumbo aún más significativo cuando tuve el privilegio de conocer a mis compañeros guatemaltecos. Especialmente, personas como Jenny Ixmatá, una líder maya k’iche’ cuya pasión y compromiso con su comunidad me dejaron profundamente impresionado. Descubrir la labor de Jenny, tanto como becaria del programa SUSI en la edición Mujeres Líderes 2023 como fundadora de la Escuela de Tejido Uk’ux Kem, fue un verdadero punto de inflexión para mí. Su dedicación a fortalecer la identidad cultural y promover el liderazgo de las mujeres indígenas es verdaderamente inspiradora.

Yadira Morales, otra presencia notable, es un ejemplo vivo de perseverancia y valentía. Reconocida como una de las Heroínas en la revista de Mujeres en Ciencia, Tecnología e Innovación, Yadira desafía constantemente los estereotipos de género en su comunidad maya Ixil. Su determinación y esfuerzo son una fuente de inspiración para todos los que tienen el privilegio de conocerla.

Angélica Chuy también dejó una profunda impresión en mí. Como ferviente comunicadora maya kaqchikel, Angélica utiliza las narrativas alternativas como una herramienta para amplificar las voces de su comunidad y concienciar sobre los derechos y la situación de los pueblos indígenas. Su compromiso con la justicia social y la preservación cultural es verdaderamente admirable. Además, personas como Dalila García, colaboradora de la Escuela Mesoamericana de Liderazgo, y Marta Calel, que nos ayudó a compartir el significado detrás del nombre de nuestra fiesta radial Tz’ikin, fueron fundamentales en mi experiencia. Su calidez, sabiduría y generosidad dejaron una marca indeleble en mí y en todos los que tuvimos el honor de conocerlas.

Estas mujeres poderosas son ejemplos vivos de resiliencia, determinación y liderazgo. Sus historias de vida, su trabajo en la incidencia política y sus proyectos en comunicación merecen un reconocimiento continuo y mayores oportunidades para ser escuchadas y valoradas.

Las amistades que hemos forjado durante este proceso son un tesoro invaluable. Estoy seguro de que estas conexiones nos permitirán seguir aprendiendo y creciendo en nuestros propios territorios, recargando nuestras energías mutuamente y manteniéndonos unidos en la diversidad, la amistad y la esperanza.

Cada encuentro, cada experiencia compartida, es una oportunidad para hacer historia y marcar un impacto positivo en nuestras comunidades y en el mundo que nos rodea. En este viaje lleno de aprendizajes y descubrimientos, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas las instituciones y organizaciones cuya generosidad y dedicación hicieron posible la realización de este bootcamp. Gracias a su apoyo, nuevas generaciones tienen la oportunidad de conectar con corazones nobles y seguir construyendo un futuro lleno de esperanza y colaboración en toda América Latina.

  1. Participante del Programa de Formación para la Gestión de Redes TIC en Comunidades Indígenas y Rurales de América Latina 2023-2024. ↩︎

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