Proyecto Conectividad comunitaria indígena*
Texto y fotos: María Álvarez Malvido
Septiembre 2017

Cuando llegamos a la comunidad tseltal de Abasolo, Chiapas, Mariano Gómez, joven de 23 años del colectivo Ik´ta Kóp, nos propuso activar el wifi de nuestros celulares para abrir automáticamente la Intranet Yaj´noptik: un proyecto local de conectividad que responde a la necesidad y el derecho a la comunicación en una comunidad indígena donde ninguna empresa de telecomunicaciones ha brindado cobertura de telefonía celular o Internet.
Hace un año, el colectivo comenzó a construir la red por la que hoy distribuye Internet, el cual viaja desde un proveedor Telmex en Ocxuch, pasando por los cerro Lomenlum y el cerro Ciprés, hasta llegar a la casa de Mariano para distribuirlo en siete antenas (nodos) instaladas en diferentes casas, que cubren el 40% de la comunidad y permiten a la población conectarse con paquetes que van de 10 pesos la hora a 200 pesos el mes.
Desde entonces, los usuarios pueden hacer llamadas telefónicas por Whatsapp sin necesidad de salir de la comunidad para encontrar señal o una cabina de teléfono. Los jóvenes comentan usarlo para descargar videos, música y realizar búsquedas de información para tareas escolares, los adultos principalmente para comunicarse con familiares, así como para actividades de trabajo, como el caso de los profesores que deben ingresar calificaciones por Internet.
Además del acceso a Internet, descrito por Mariano como “la biblioteca del mundo”, la infraestructura de la red permite acceder a la Intranet Yaj´noptik de manera gratuita y sin requerir de conexión. La Intranet es una plataforma creada con Software Libre que almacena un extenso banco de contenido como Wikipedia, encarta, material didáctico, videos, documentales, tutoriales, etc, disponible para quien active el wifi de su smartphone o computadora.
El origen de Yaj´noptik comenzó hace siete años, cuando Luis Ramón Alvarado, profesor de informática en el Colegio de Bachilleres (Cobach) de la comunidad y hoy miembro del colectivo, se enfrentó a las dificultades de impartir su materia en una escuela sin Internet y desarrolló una plataforma con Software libre que nombró Intrabach, donde los alumnos, como lo era Mariano, pueden desde entonces navegar en un mar de información sin necesidad de estar conectados, ver tutoriales, videos, descargar libros y usar páginas como Wikipedia. Esta plataforma funciona hoy en 15 comunidades de la región y sigue desarrollándose y sumando información compartida por diferentes comunidades digitales en el mundo, misma información que se agrega a la Intranet.
Con 500 usuarios en el último mes y alrededor de 50 usuarios conectados de manera simultánea a Internet, para el colectivo el proyecto de Intranet “busca mejorar el aprovechamiento de las Tecnologías de la Información, respetando las aspectos usos y costumbres de la comunidad de Abasolo, además de brindar un espacio de comunicación tecnológico a la población y alumnos de diferentes subniveles educativos para conservar los aspectos culturales de la comunidad dando importancia a la dignidad indígena”.
En conversación con uno de los primeros “cuidadores de nodos”, como llama el colectivo a quienes tienen una de las antenas en su casa y les notifican cualquier problema con la conexión, el Porf. Edilberto comentó haber dejado de contratar Sky desde que tiene Internet, pues prefiere elegir el contenido que le ofrece el ciberespacio. También mencionó haber logrado instalar un calentador de agua a través de un tutorial de Youtube, sin necesidad de pagar por un servicio, además de la facilidad de comunicarse con familiares que viven fuera de la comunidad a través de llamadas y mensajes de Whatsapp.

Durante nuestra visita, realizada junto con Alejandra Carrillo de Boca de Polen, se instaló el séptimo nodo de la red en el Barrio de San Martín, donde aún no llegaba la señal de la red. Mariano dialogó con la familia sobre las opciones para instalar la antena en su casa, con la propuesta de que ellos pagaran el equipo de la antena y a cambio de cuidar el nodo y notificar al colectivo de cualquier falla, los costos de acceso a Internet son menores. En caso de que la familia no pueda pagarlo, se solicita a cambio el compromiso con el colectivo para apoyar en el mantenimiento de la red, en caso de que sea necesario ir a revisar las antenas en el cerro o en las casas.
Al llegar a la casa para la instalación, la familia ya tenía un bambú en la azotea para amarrar la antena. Mariano preguntó si sería posible conseguir uno más largo y en cuestión de minutos la familia regresó con un tronco de 6 metros. Después de colocarlo en la azotea con ayuda de Alfredo, su hermano y sus sobrinos, la antena atada con alambre en la punta se conectó a la corriente de luz y Mariano comenzó a configurarla desde una computadora, monitoreando la señal desde su celular.
Supimos que la instalación había sido un éxito cuando llegó el primer Whatsapp al celular de Alfredo. Pronto empezaron a chatear con sus hermanos, uno en Tuxtla y otro en Cancún, para comentarles que ya podían hablar con ellos desde su casa, mientras Inés de 16 años ya descargaba canciones y videos con la aplicación SnapTube. Mariano les enseñó el funcionamiento de la Intranet y toda la información que ofrece, ya que para sus tareas, los jóvenes debían caminar en la tarde de regreso al Cobach para hacerlo, y ahora podían explorarlo desde su casa.
Así se instaló el séptimo nodos de la red inalámbrica en una comunidad tzeltal que ha sido olvidada por las empresas de telecomunicaciones, un proyecto creado por un grupo de jóvenes que creen en la conectividad como un derecho y lo están haciendo posible.

* Este proyecto cuenta con el apoyo del programa Beyond the Net de Internet Society.